Los presupuestos de Castilla-La Mancha para 2013 ascenderán a 7.440 millones de euros, lo que supondrá un 10,25 por ciento menos que en el ejercicio anterior, cuando la cuantía ascendía a 8.290 millones de euros. Como datos significativos y dentro de las políticas de gastos, destacar los nuevos e importantes recortes de 158 millones en Sanidad, de 78 millones en Políticas Sociales, de 131 millones en Educación, de casi 9 millones para Empleo y Promoción Empresarial, de 26 millones menos en I+D+i, y de 26 menos en Infraestructuras Generales y Vivienda que se suman a los ya ejecutados a lo largo de 2011 y 2012.

Si el curso pasado asistimos a un 20% de reducción en los primeros presupuestos de Cospedal en Educación (400millones de euros menos en los presupuestos de la Junta de 2012), la nueva reducción de 131 millones en los presupuestos regionales para 2013 darán continuidad a la política de recortes del gobierno en este ámbito. Estos presupuestos siguen el camino marcado por el Plan de Recortes de los Servicios Sociales Básicos; y mientras seguimos asistiendo a la drástica disminución de las partidas destinadas a los servicios públicos, la cantidad destinada a la “alta dirección” asciende a nada menos que 67 millones de euros, el doble que años anteriores.
Mientras Cospedal pide esfuerzo a los demás y declara que “el esfuerzo de consolidación fiscal es a veces doloroso y muy difícil en muchas ocasiones”, agradeciendo a los castellano-manchegos “el esfuerzo que entre todos estamos haciendo”, ella misma y su gobierno no predican con el ejemplo.

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