EN INCLUSIÓN EL CONSEJERO NO CUMPLE SUS PROMESAS
Uno de los compromisos que adquirió el pasado octubre, con las madres y padres de alumnado con necesidades educativas especiales fue la dotación de personal: incorporar 36 fisioterapeutas y 13 técnicos, a los centros de Castilla-
La Mancha, que han visto como los trabajadores y trabajadoras profesionales para atender a este alumnado han disminuido en torno al 30 y el 40%. Marín dijo que defendía la inclusión de estos niños y niñas, pero nos sorprende la contradicción en la que cae al inaugurar en Cuenca un aula TEA (para atender a niños autistas), cuando este alumnado debería estar en colegios ordinarios y no “recluidos” en aulas separados de los demás pequeños.
Estas aulas se están vendiendo a las familias como inclusivas cuando son sustitutivas de centros especiales. Legalmente no tienen ninguna obligación de ser inclusivas,
no hay legislación que garantice un mínimo de horas en inclusión para el alumnado que estudia en aulas específicas.Como las palabras se las lleva el viento, parece ser que estas promesas que desde la Consejería hicieron a los padres y madres no van a ser cumplidas. Mientras tanto, de lo único que tenemos constancia es que sigue su curso el proyecto piloto de “agrupamiento” en siete centros de la comunidad que se puso en marcha el pasado septiembre. Cuando desde STE-CLM (Intersindical) se ha preguntado a la Administración por él, nos han contestado que nos pasarán la información que proceda cuando esté terminado y evaluado el proyecto, y en otros casos, que era una demanda de los padres. La segunda afirmación vemos que no responde fielmente a la realidad (hay plataformas de padres y madres que no lo apoyan); la primera esperamos nos sea respondida cuando se lleve a cabo la evaluación del proyecto.
Mucho nos tememos que se va a imponer un principio mercantilista de reducción del gasto sin tener en cuenta las verdaderas necesidades del alumnado, ni el objetivo que ha de promover la educación que no es otro que el de la inclusión de todas y todos. Es más económico agrupar al alumnado, pero tenemos que recordar a la Consejería que la educación no es un gasto sino una inversión, que debe garantizar la equidad.