Desde STE-CLM queremos mostrar todo nuestro apoyo a los cinco compañeros que se verán sometidos a un juicio injusto por defender la Escuela Pública de los ataques de un gobierno despótico.
Rueda de prensa de Intersindical-CLM en apoyo a los 5 del Buero, junto con Nacho Monreal
Estos hechos se remontan a 2011, año en el que vimos de la noche a la mañana cómo se desmontaba el endeble sistema educativo que teníamos, cómo eran despedidos miles de compañeros y compañeras interinos, y cómo perdíamos derechos laborales que nos habían costado muchos años de lucha. Este hecho llenó de indignación a la comunidad educativa que por ello salió a las plazas y calles a decirle al gobierno que la educación no se tocaba, y que si lo hacían, nos iban a tener enfrente.
El gobierno del PP, ante estas protestas pacíficas que reclamaban derechos sociales arrebatados, respondió con la represión intentando silenciar las voces de miles de ciudadanos. Estos veían cómo uno de los pilares para la búsqueda de una sociedad mas equitativa se derrumbaba.
Hemos de recordar que este modo de represión y criminalización de la protesta social o de la simple opinión se ha estado aplicando con especial saña a docentes y defensores de la escuela pública en nuestra región por parte de diferentes administraciones públicas, como las subdelegaciones del gobierno o los antiguos servicios periféricos de la Consejería de Educación. Se han abierto decenas de expedientes sancionadores a ciudadanos y ciudadanas por haber participado en concentraciones pacíficas no comunicadas previamente, en algunos casos espontáneas, en las que se reclamaban, por ejemplo, becas de comedor o de transporte escolar; o por emitir opiniones no acordes con las políticas de recortes.
En una sociedad democrática sana se ha de considerar la protesta social como una vía de expresión del pueblo ante medidas del gobierno que puedan atentar contra él. Pero, por desgracia, en nuestro país estamos asistiendo a la imposición de una legislación represora que pretende acallar a los ciudadanos, como es el caso de la Ley Mordaza que su único objetivo es la criminalización de la protesta social.
Este juicio injusto, arbitrario e inmoral muestra, una vez más, que los poderes públicos atacan a las personas y organizaciones que consideramos que la justicia no solo es un ideal, sino una práctica cotidiana en nuestra vida. Esta denuncia y la forma en que se ha realizado no es fruto de la casualidad ni de un malentendido, sino que obedece a una voluntad decidida y clara de los poderes vigentes de amedrantar a la población, y descabezar el tejido asociativo que se va fraguando poco a poco para resistir la tremenda agresión neoliberal que está triturando nuestros derechos sociales, los derechos humanos y que nos encamina a unas condiciones de vida y de trabajo cercanas a la esclavitud. Mientras, los millonarios crecen y las ganancias de las grandes corporaciones industriales y financieras se multiplican hasta niveles inimaginables.
Testimonio de Nacho Monreal uno de los acusados del Buero:
“Aquel siete de septiembre no ocurrió nada más que una protesta social consecuencia de la indignación que recorrió todas las salas de profesores de los Institutos de Castilla-La Mancha. Porque con unas simples instrucciones que desafiaban la normativa vigente, más de 800 profesores y profesoras interinos recién asignados y que ya estaban trabajando en ese nuevo curso quedaban despedidos. Se perdían innumerables horas de apoyos, refuerzos, bibliotecas y laboratorios que nuestro alumnado necesitaba y se despreciaba el trabajo organizativo que los equipos directivos habían realizado durante el verano. Producto de esta indignación, hubo esa tarde concentraciones frente a todas las Administraciones Educativas provinciales de nuestra comunidad. En Guadalajara, dicha concentración coincidió con el inicio de las fiestas patronales y la presencia de nuestras autoridades en el Teatro Buero Vallejo, donde se leía el pregón de fiestas. Y de manera fresca y espontánea, los cientos de congregados decidimos llevar la protesta donde nuestras autoridades estaban e interrumpimos así un pregón que previamente había sido interrumpido por otros colectivos (policías locales y bomberos). Tras unos minutos de sonora protesta, después de los cuales el alcalde decidió suspender el pregón, todos nos retiramos del teatro. Pero el nueve de septiembre el Ayuntamiento aprobó en el Pleno y con los únicos votos del Partido Popular, la identificación y castigo de los “cabecillas”. Cinco personas, cuatro docentes y un activista, fuimos identificados de una manera poco clara y procesados en un juicio, que cada vez nos parece que tiene más de político y de represor que de restablecimiento de una legalidad que no vulneramos. De todos los policías locales presentes en el teatro, siete interpusieron inicialmente una denuncia. Tres de estos policías se retiraron de la denuncia y los otros cuatro, encabezados por el intendente, se constituyeron en acusación particular. Nos piden hoy unas penas a todas luces desproporcionadas: cuatro años de cárcel y fuertes multas. No entendemos por qué se nos escogió a nosotros cinco, como tampoco entendemos la gravedad de los delitos que se nos imputan: desorden público (dos años) y resistencia grave a la autoridad (otros dos años). Tampoco lo entiende el Ministerio Fiscal que, reiteradamente, ha pedido el sobreseimiento de la causa, ya que nunca los policías denunciantes nos han acusado directamente a nosotros de haber ejercido ningún acto ilícito. Por tanto, nos consideramos cabezas de turco de una represión sin paliativos que se quiso ejercer sobre todo el colectivo docente castellano-manchego como forma de contenerlo ante los duros recortes que, sobre la Escuela Pública, se iban a ejecutar en nuestra comunidad por parte del gobierno de Cospedal. Por eso, y en nuestra defensa, hemos creado la Plataforma de Apoyo a nuestra causa y a esta STE-CLM ha dado su apoyo decidido, no sólo porque tres de los encausados somos afiliados a este sindicato, sino también por la tradición de lucha contra la represión que nuestro sindicato ha sostenido y que desde aquí queremos agradecer”.
Desde STE-CLM pedimos la absolución de los cinco compañeros y recordamos que ya hemos dado un gran paso: organizarnos para frenar los ataques que estamos sufriendo. Sabemos que la única manera de hacer frente a un sistema opresor es la organización, la unión de la ciudadanía para que nuestra voz sea escuchada, para que seamos nosotros los que decidamos qué tipo de sociedad queremos construir, para que dejemos de poner en el centro de la vida política a la economía y comencemos a poner a las personas y sus derechos.
Son muchas las personas represaliadas a las que les tenemos que ofrecer nuestro apoyo y cada vez serán más, porque los opresores comienzan a tener miedo de que el pueblo hable y actúe.
En STE-CLM hemos estado apoyando a estos compañeros desde el comienzo en este difícil periplo al que se han visto sometidos: difundiendo su caso en nuestras publicaciones; organizando actos de solidaridad en las diferentes provincias; publicitando su agenda en las redes sociales; ofreciendo nuestra sede para las reuniones de la Plataforma de Apoyo a Los Cinco del Buero cuando así se nos ha pedido; llevando a las juntas de personal docente no universitario propuestas de apoyo que han salido adelante, ya que como representantes del profesorado de cada provincia queríamos que los cinco compañeros sintiesen que el profesorado de CLM está con ellos, que lo que les ocurrió podría habernos pasado a los miles de docentes que salimos a la calle en esos días.
Antes del juicio se llevarán a cabo en las diferentes provincias actos de solidaridad similares al realizado el día 30 en Albacete: el martes 7 en Ciudad Real, el 8 en Talavera de la Reina y en Cuenca. El 11 de febrero a las 12h tendrá lugar una manifestación en Guadalajara y por último, el 14 de febrero el día del juicio, no los dejaremos solos, estaremos allí acompañándolos, porque si nos tocan a uno nos tocan a todos.
El sindicalismo burocrático, de gestión tiene que ser olvidado, porque no hay acción sindical sin que lleve aparejada una trasformación socio-política. Ante el brutal ataque neoliberal, ORGANICÉMONOS.