Desde la Sección Universidad del sindicato, manifestamos nuestra preocupación por la deriva que está llevando la financiación de la UCLM por parte de la JCCM, desde donde se vierten insinuaciones que están haciendo un daño irreparable a la imagen de la Universidad regional. Nos preocupan sus trabajadores, pero también los estudiantes, los actuales y los futuros. ¿Qué pensarán los padres de todo esto a la hora de la matriculación de sus hijos? ¿Decidirán su porvenir en una universidad con problemas de financiación?
Nuestra posición es la defensa de una Universidad pública y de calidad. Hasta ahora nuestros políticos han venido manifestando que la UCLM es un motor de progreso de la región. Ahora parece que es un problema y no se le quiere dar solución.
Lo que no entendemos es que la JCCM pida un plan estratégico a la UCLM con proyección de futuro, sin saber todavía si lo existente está acorde a lo necesario, y sin estabilidad de plantillas, y suficiente financiación.
Desde el Vicerrectorado de Economía y Planificación se nos ha explicado la situación financiera, con las restricciones que están sufriendo nuestros centros, tanto docentes como de investigación:
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Se suprimen viajes para hacer trabajos de campo.
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Se restringe al máximo el material de oficina.
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Hay falta de profesorado en algunas carreras que hacen esfuerzos por implantar el bilingüismo.
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No se cubren bajas y jubilaciones.
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Hay necesidades de personal para los nuevos edificios.
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Llevamos unos meses de retrasos en el pago de las becas y algunas ni se han convocado.
Desde que empezaron los recortes, la UCLM ha estado subsistiendo, con remanentes y promesas de financiación. Todos sabemos que existen auditorías y fiscalizaciones periódicamente, pero ahora, desde la JCCM, se acusa a la Universidad de mala gestión financiera y de presentar agujeros económicos, sin pruebas claras. Nosotros, desde dentro, exigimos transparencia al Consejo de Dirección y a la Gerencia de la UCLM, pero creemos que, en este tema, corresponde a la JCCM aclarar las dudas generadas y garantizar el necesario apoyo, institucional y financiero, para una universidad pública de calidad y útil socialmente.