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En un documento publicado por las FAES titulado “ideas para salir de la crisis. La reforma del sistema educativo” de Francisco López Rupérez, presidente del Consejo Escolar de Madrid; entre otras cuestiones, hace una crítica a las inversiones en educación, como si estas no fuesen necesarias para mejorar la calidad de la enseñanza y por otra parte, culpa al sistema de selección del profesorado de no seleccionar a los mejores, haciendo una mención especial a que se han convocado oposiciones en los últimos años. ¿Pero quien son los mejores profesionales según ellos? los que mejores notas sacan, los que estudian en la privada…
Es lamentable que el presidente de un órgano consultivo como es el Consejo Escolar cuestione la formación del profesorado y relacione esta con el fracaso escolar. Esta hipótesis es tremendamente simplita, porque en el fracaso escolar influyen multitud de factores, pero desde luego el profesorado ha demostrado sobradamente su capacidad y valía hasta llegar al puesto que ocupa. Según esta premisa, se está cuestionando no solamente al profesorado, sino a todo el sistema educativos y a los planes de estudio, comenzando por la educación infantil y terminando por la universidad.
Otro planteamiento erróneo es considerar que la carrera profesional y la evaluación del desempeño mejoran la calidad de la enseñanza, precisamente todo lo contrario a los modelos cooperativos que tienen que imperar en la enseñanza.