Las declaraciones del Secretario de Estado de Educación, D. Marcial Marín, conocido por su nefasta gestión como Consejero de Educación de Castilla-La Mancha, en las que afirma que “la hoja de ruta pasa por orientar los estudios hacia las necesidades de las empresas, desde Primaria a Secundaria y FP”, demuestran, una vez más, un total desconocimiento de los fines de la educación que se especifican en la legislación vigente.
El art. 2º de la Ley Orgánica de Educación (LOE, 2006), no modificado por la LOMCE (2013) que ha impuesto el PP, enumera los fines de la educación (*) y en ninguno de ellos se dice que los estudios deban orientarse hacia las necesidades empresariales.
Esta afirmación, absolutamente inadecuada para un Secretario de Estado de Educación, es más propia de los liberales neocapitalistas que afirman que todo debe plegarse a las necesidades del mercado, que es lo que dará prosperidad a las personas y a la sociedad. Aunque por otro lado no debería extrañarnos, ya que el Secretario de Estado de Educación, hasta su nombramiento como Consejero de Educación de Castilla-La Mancha en 2011 no tenía vínculo alguno con el mundo de la enseñanza más que su paso por las aulas como estudiante en su juventud, y su currículo ha estado ligado siempre a la política y a la empresa privada. Lo que sí nos causa sorpresa es el desprecio del Gobierno hacia la educación, habiendo nombrado para su gestión a una persona que ha demostrado sobradamente una total incompetencia para ello.
El Sr. Marín, en un ejercico de cinismo, afirmó en el mismo acto que la aplicación de la LOMCE ha conseguido bajar el abandono escolar del 30% al 21%, cuando la ley todavía no se ha aplicado en los niveles educativos en los que se produce dicho abandono.
Desde el STE-CLM exigimos al Secretario de Estado de Educación rigor en los datos que ofrece en sus comparecencias públicas y respeto por el trabajo del profesorado, cuyo propósito es lograr “el pleno desarrollo de la personalidad y de las capacidades del alumnado”.
Secretariado de STE-CLM
(*)LOE/LOMCE. Artículo 2. Fines.
- El sistema educativo español se orientará a la consecución de los siguientes fines:
a) El pleno desarrollo de la personalidad y de las capacidades de los alumnos.
b) La educación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres y en la igualdad de trato y no discriminación de las personas con discapacidad.
c) La educación en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia, así como en la prevención de conflictos y la resolución pacífica de los mismos.
d) La educación en la responsabilidad individual y en el mérito y esfuerzo personal.
e) La formación para la paz, el respeto a los derechos humanos, la vida en común, la cohesión social, la cooperación y solidaridad entre los pueblos así como la adquisición de valores que propicien el respeto hacia los seres vivos y el medio ambiente, en particular al valor de los espacios forestales y el desarrollo sostenible.
f) El desarrollo de la capacidad de los alumnos para regular su propio aprendizaje, confiar en sus aptitudes y conocimientos, así como para desarrollar la creatividad, la iniciativa personal y el espíritu emprendedor.
g) La formación en el respeto y reconocimiento de la pluralidad lingüística y cultural de España y de la interculturalidad como un elemento enriquecedor de la sociedad.
h) La adquisición de hábitos intelectuales y técnicas de trabajo, de conocimientos científicos, técnicos, humanísticos, históricos y artísticos, así como el desarrollo de hábitos saludables, el ejercicio físico y el deporte.
i) La capacitación para el ejercicio de actividades profesionales.
j) La capacitación para la comunicación en la lengua oficial y cooficial, si la hubiere, y en una o más lenguas extranjeras.
k) La preparación para el ejercicio de la ciudadanía y para la participación activa en la vida económica, social y cultural, con actitud crítica y responsable y con capacidad de adaptación a las situaciones cambiantes de la sociedad del conocimiento.