Bajo mil tipo de excusas y justificaciones que no esconden sino un ajuste presupuestario, la Junta lleva tiempo eliminando los Ciclos de Grado Superior de los Centros de Adultos. Esto se había hecho hasta ahora de manera progresiva, de manera que se permitía al alumnado matriculado terminar los módulos que estaban cursando. Pero esta vez, con el CEPA Río Sorbe de Guadalajara, no se ha tenido en cuenta este derecho básico del alumnado ya que a partir del próximo curso 2018/19 se ha impedido al centro impartir todos los módulos, en los que estaban cursado estudios durante los últimos cursos, a 34 alumnos y alumnas que, del golpe y porrazo y en pleno mes de julio, han visto truncada la continuidad de sus estudios. Tras muchos tiras y aflojas, la administración educativa tan sólo ha accedido a que en el CEPA Río Sorbe pueda impartir la Formación en Centros de Trabajo, que al hacerse fuera de este, no requiere ningún esfuerzo presupuestario por parte de la Junta. Pero de esta manera, 24 de los 34 alumnos y alumnas matriculados tendrán que abandonar sus estudios, irse a un instituto fuera de Guadalajara (Azuqueca de Henares), a continuarlos o terminarlos en un centro concertado como ha propuesto vergonzosamente la Administración, a pesar de que este centro, el Diocesano, tan sólo está dispuesto a admitir a 2 alumnas de los y las 24 que se quedan en la calle.
Queremos recordar que, en general, se trata de un tipo de alumnado que busca en estos estudios una promoción social que les permita escapar de la exclusión social. Un alumnado que, por sus características (ya relativamente mayor, con trabajos discontinuos y frecuentemente con cargas familiares) no se adapta bien al régimen de estudios de las enseñanzas más convencionales como la ofertada en los institutos de Secundaria, por lo que necesita un régimen más flexible como el que caracteriza a los estudios de los CEPA, y eso aún a costa del fuerte esfuerzo que supone esta modalidad de enseñanza tanto para el alumnado como para el profesorado que las imparte. Se da la circunstancia agravante de que los módulos de Educación Infantil del CEPA Río Sorbe han tenido una gran demanda en Guadalajara lo que se prueba por el alto número de alumnos que se matriculan en esta enseñanza (con aulas sistemáticamente repletas) así como por el alto porcentaje de los que acaban sus estudios. Muchos de los alumnos y alumnas que han pasado por estos módulos de Educación Infantil del Río Sorbe han logrado hoy en día un puesto de trabajo más cualificado que les ha permitido mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias. Hecho que va a ser mucho más difícil llevar a cabo a los 20 alumnos y alumnas que ahora, por decisión unilateral de la Consejería de Educación, se quedan sin poder continuar sus estudios.
Es por todo esto que el STE-CLM exige a la Dirección Provincial de Guadalajara y a la Consejería de Educación no sólo un cambio de política respecto a los CEPA que dignifique estos centros y les permita ampliar su oferta educativa, sino también, y sobre todo, que muestre una mayor sensibilidad social que permita al alumnado de los módulos de Educación Infantil del CEPA Río Sorbe de Guadalajara terminar en este centro sus estudios ya iniciados, no sólo por lo específico de este tipo de alumnado sino también por el derecho que le asiste a terminar sus estudios en el centro en que los iniciaron. Un gobierno que se dice de izquierdas y progresista debería ser especialmente sensible ante este alumnado y apoyarlo en sus esfuerzos más que tratar de limitar sus posibilidades.