La Formación Profesional Básica se estrena en Castilla-La Mancha sin recursos y con supresión de cursos.
La imposición y aplicación por la vía rápida de la LOMCE ha supuesto que este curso 2014/15 se hayan empezado a impartir los primeros cursos de Formación Profesional Básica, las nuevas enseñanzas que vienen a sustituir a los Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), dirigiéndose a que, además de los fines y objetivos establecidos con carácter general para las enseñanzas de Formación Profesional, el alumnado adquiera o complete las competencias del aprendizaje permanente.
La puesta en marcha de la FP Básica ha supuesto, en la práctica, que se haya reducido la oferta educativa en nuestra región para un tipo de alumnado en situación de mayor vulnerabilidad y riesgo de exclusión social, con el agravante de que ahora al finalizar estos estudios no se obtiene el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria, cerrando un camino que sí ofrecían los PCPI. Además, las ratios han aumentado en casi un 40%, un 66% si las comparamos con las que existían en los PCPI hace 4 años, antes de los brutales recortes en Educación.
Los datos que ofreció la Consejería de Educación en junio indicaban que este curso pasaríamos en Castilla-La Mancha de más de 220 Programas de Cualificación Profesional Inicial a menos de 200 ciclos de FP Básica, pero la disminución real está siendo considerablemente mayor, ya que la Administración ha suprimido en las últimas semanas, según el STE-CLM ha podido conocer, algunos ciclos de esta oferta formativa inicial, sin que por el momento contemos con datos oficiales. Por ejemplo, en el IES Gregorio Prieto de Valdepeñas, no se ha puesto en marcha el Ciclo Formativo de Formación Profesional Básica de Electricidad Electrónica cuando había 14 alumnos que lo habían solicitado.
Es importante resaltar que la oferta se publicó con el curso pasado ya terminado (finales de junio) y el período de solicitud de plazas en la FP Básica se abrió en las primeras semanas de julio. Esto impidió que los centros pudieran orientar al alumnado adecuadamente y que ni siquiera la información llegara a todos los potenciales interesados. Además, consideramos que la supresión de oferta educativa para el alumnado de zonas rurales es particularmente grave por el obstáculo añadido que esto supone para su formación, más aún cuando se trata de enseñanzas obligatorias.
El STE-CLM ha exigido en numerosas ocasiones que haya una dotación de recursos suficiente para los ciclos de FP Básica. Por el momento, desde los Servicios Periféricos de las distintas provincias se ha pedido a los centros que remitan un listado de material inventariable necesario para impartir estas enseñanzas, teniendo en cuenta el material del que ya se dispone para otros ciclos formativos y excluyendo equipos informáticos y mobiliario. Desconocemos las partidas que finalmente se destinarán pero, en cualquier caso, llegarán tarde, dado que el curso ya ha comenzado, y serán en muchos casos insuficientes, porque los equipos informáticos son indispensables para muchas de estas enseñanzas, tal y como señalan los decretos que establecen los currículos que el propio gobierno de Castilla-La Mancha ha aprobado. Por otro lado, se desconoce cómo se ha de financiar el material fungible con el que desarrollar las prácticas inherentes a estas titulaciones.
Además de esto, creemos conveniente volver a recordar que la FP sigue gravemente desatendida en nuestra comunidad autónoma. Los denominados ciclos LOE, que se vienen implantando ya desde hace unos años, carecen de financiación y salen adelante con dificultad gracias al enorme esfuerzo y profesionalidad de los equipos docentes que, por otra parte, siguen sin recibir la formación específica necesaria para impartir nuevos módulos profesionales. La Administración incumple nueva sus obligaciones en esta materia haciendo oídos sordos a las demandas del profesorado en aras de garantizar una estándares suficientes de calidad educativa.