En junio de 2015 nos presentaban a Ínigo Méndez de Vigo para sustituir al ministro de Educación más nefasto que ha tenido este país, José Ignacio Wert, abanderado de recortar la extensión del derecho a la educación pública, blindar las subvenciones a los centros concertados que segregan por sexo, reducir becas, imponer el 3+2, endurecer las exigencias para titular, consolidar itinerarios a edades cada vez más tempranas, de la segregación en forma de grupos de clase según capacidades, establecer rankings entre centros docentes y, como consecuencia, entre el alumnado…
En estos meses hemos escuchado declaraciones de Méndez de Vigo haciendo una defensa a ultranza de la Ley Orgánica de la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) enunciando que “es una Ley que tiene efectos muy beneficiosos”, “es algo más que una Ley, es un plan de convivencia, de formación de docentes…” y ha continuado su calendario de implantación a pesar de las movilizaciones y las Proposiciones No de Ley aprobadas en el Congreso de los Diputados exigiendo su derogación.
Desde STE-CLM durante este tiempo hemos seguido denunciando los efectos de la lomce, que son más de lo mismo:
– Segregación en las aulas: Se han anticipado los itinerarios formativos hacia la Formación Profesional Básica (FPB), los estudiantes comienzan a escoger ya en 3º de ESO, es decir, a los 15 años deben elegir las asignaturas optativas dirigidas a cursar FP o Bachillerato, cuando antes lo hacían un año después.
– Una reforma al servicio de los mercados: “Mercado”, “competitividad”, “resultados” o “rendimiento económico” son palabras de uso recurrente en el borrador de la nueva Ley.
Según el texto, “la educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y el nivel de prosperidad de un país. Su nivel educativo determina la capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro”.
Además, estando en un Gobierno en funciones, Méndez de Vigo aprobó el Real Decreto 310/2016, de 29 de junio, que regula las reválidas y se encontró ante las movilizaciones de la comunidad educativa.
Desde STE-CLM rechazamos las pruebas externas que la LOMCE con su aplicación nos están imponiendo. Las reválidas de final de ESO y de Bachillerato son el instrumento de la LOMCE que hace efectiva la política neoliberal, retrógrada, elitista, antipedagógica y segregadora de un gobierno en funciones carente de legitimidad democrática.
Entendemos que el nombramiento de Méndez de Vigo como Ministro de Educación del nuevo Gobierno de Rajoy supone un premio ante su continuismo de la política educativa del PP.
Desde STE-CLM nos opondremos a cualquier pretensión de Pacto Educativo que siga manteniendo las principales directrices de la legislatura pasada, primando los intereses privados e ideológicos de la derecha y marginando la escuela pública. Y recordamos a los grupos políticos de la oposición el compromiso adquirido de derogar la LOMCE.
Creemos que este es el momento y pensamos que es necesario también que los Presupuesto Generales del Estado recojan las partidas económicas necesarias para la revitalización del gasto educativo del sistema público de enseñanza, con garantías para la recuperación de las plantillas docentes, la disminución de ratios de alumnado por aula y de horas lectivas del profesorado, la implantación de un sistema justo de becas o la dignificación de las condiciones laborales y salariales del profesorado. No es admisible aceptar nuevas imposiciones de los mercados y de la Unión Europea dirigidas a sacrificar los derechos sociales y educativos.
Si el ministro quiere iniciar una nueva etapa de diálogo, tiene que comenzar con la reversión de los recortes, la derogación de la LOMCE y la retirada de las reformas universitarias. Todo esto tiene que ser necesariamente el punto de partida.
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