Una vez más tenemos que denunciar cómo desde las instituciones educativas se da cabida a instituciones que no abogan por la paz, introduciendo en los centros educativos valores que ensalzan los conflictos armados.
Se está enviando a los centros educativos información sobre un concurso denominado “carta a un militar español”, cuyo objetivo es dar a conocer numerosos héroes olvidados de nuestra historia milenaria. Este concurso está promovido por Dirección General de Reclutamiento y Enseñanza Militar y está dirigido al alumnado de 4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato. Obviamente su objetivo no es otro que el que pretenden con sus charlas, el de reclutar a nuestros jóvenes para sus filas.
La institución militar lleva años introduciéndose en el sistema educativo a través de las charlas que ofertan al alumnado de 4º de ESO y 2º de Bachillerato para mostrarles el ejército como salida profesional. Son muchos los docentes que se han opuesto a que a su alumnado se lo adoctrine en valores contrarios a los de una sociedad que busca la resolución pacífica de los conflictos.
Es una contradicción el educar para la paz y el que se introduzca el militarismo en nuestras escuelas. Nunca la educación para la paz va a ir de la mano de los ejércitos, que para resolver los conflictos hacen uso de armamento.
De poco valen las bellas declaraciones de principios recogidas en las leyes educativas que recogen el fomento de la convivencia cordial o la resolución de los conflictos positivamente, si luego mostramos a nuestro alumnado los beneficios del ejército armado. Los valores pacifistas no se sostienen sobre una cultura militarista. En cualquier ámbito, el fomento de esta cultura que admira o justifica la violencia y la muerte es escandaloso, pero lo es más en el ámbito educativo público, porque las escuelas deberían fomentar conocimientos y valores pacifistas ¿dónde queda la transversalidad de la educación para la paz?
La cultura de paz se ha eliminado del currículo de nuestro sistema educativo con la desaparición de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos. Esto traerá aparejado que los españoles no estudiarán durante su educación obligatoria temas como la igualdad entre hombres y mujeres, la violencia de género, la diversidad afectivo-sexual, la homofobia, el racismo, la pobreza y sus causas… Es decir, muchas cuestiones dirigidas a fomentar una cultura de la paz y la no violencia y, por ende, a la prevención de conflictos.
Uno de los mayores problemas es la idea que tratan de transmitirnos de que los actuales ejércitos sólo desarrollan tareas humanitarias. Pero desde luego, si analizamos más detenidamente, vemos que España ha participado en la última década en varias guerras, donde los soldados españoles matan y son matados como ocurre en todos los conflictos bélicos.
Desde STE-CLM exigimos a la Consejería una apuesta por una educación para la paz y la convivencia. Son otros los valores que hemos de trasmitir a nuestros jóvenes como los de solidaridad, humanidad, ayuda al prójimo, convivencia pacífica… en lugar de apoyar a un ejército el cual está sustentado a las grandes empresas de fabricación de armamento. Eduquemos para la vida y no para la destrucción y la guerra.