EL CONSEJERO DE EDUCACIÓN PONE SU GRANITO DE ARENA EN LA DESPOBLACIÓN DE LA ZONA RURAL, DENTRO DE POCO MUCHOS DE LOS PUEBLOS DE LA GEOGRAFÍA CASTELLANO MANCHEGA SERÁN PUEBLOS ABANDONADOS.
Centrándonos en la eliminación de los centros rurales, hay que tener en cuenta, Sr. Consejero, que los profesionales que imparten clase en estos centros se esfuerzan tanto o más que el resto de profesores de centros más grandes. Además, las ratios, generalmente, son bajas en estos centros y permiten hacer una enseñanza individualizada, utilizar al alumnado como profesores de sus compañeros (monitorización)…. Pero aparte de las ventajas educativas, hay que tener en cuenta las ventajas sociales de no tener que desplazarse de su pueblo, porque conviene recordar que los chicos se tienen que poner en la carretera todos los días del curso, y cuando se ponen enfermos o les surge cualquier problema, si sus padres no se pueden desplazar ¿quién los recoge? Todo esto hace que el alumnado se sienta desprotegido y en un medio desconocido con todo lo que ello conlleva. Porque no olvidemos, Sr. Consejero, que los niños y niñas son personas, no ordenadores o balances y no se puede jugar con ellos en base a simples criterios numéricos.
Menuda oferta que le hace el Consejero a las familias: “podrán elegir el centro y tendrán el transporte gratuito”, ¿pero esto no es lo que se aplica en todos los casos?
Por otra parte, no hay que olvidar que el cierre de las escuelas es un paso más en la despoblación de los pequeños pueblos, porque ¿quién se va a quedar a vivir en un pueblo en el que no hay ni escuela? Precisamente, Sr. Marín, hay que hacer todo lo contrario: favorecer las condiciones para que se asiente la población en los pueblos, se busquen formas de vida alternativas y se pueda mejorar la economía y los ciudadanos y ciudadanas puedan vivir de forma digna.