El pasado 20 de noviembre se publicaba el Real Decreto que regula las características de la evaluación final de Primaria. En las últimas semanas desde STE se ha pedido la opinión del profesorado de nuestra región acerca de la reválida de primaria, a través de una encuesta en la que han participado cerca de 400 maestros y maestras. El enlace para participar en la encuesta fue remitido a todos los centros educativos de Infantil y Primaria de Castilla-La Mancha y se mantuvo abierta entre el 1 y el 14 de diciembre. Recordamos que esta prueba se llevó a cabo por primera vez el curso pasado en nuestra región, por lo que, a través de esta encuesta, también se ha recopilado información acerca de cómo se llevó a cabo el proceso.

El profesorado participante ha valorado con un 2,69 sobre 10 la eficacia de esta prueba y una mayoría aplastante, el 85 % de los encuestados, no considera conveniente ni necesaria su aplicación al alumnado. Por contra, la eficacia de la evaluación continua es valorada muy favorablemente por el profesorado que ha respondido a la encuesta, puntuándola con un 8,75 sobre 10.

En cuanto al perfil del profesorado participante, señalamos que cerca del 40% de los encuestados son miembros de equipos directivos de los centros; un porcentaje muy similar son tutores de un grupo y el restante 20 % no tutores.

Entre los motivos alegados por el 85 % que no considera conveniente ni necesaria la aplicación de esta prueba al alumnado, la mayor parte del profesorado afirma que no es necesaria ya que es mucho más objetiva la evaluación continua que se realiza día a día por el profesorado que está en contacto directo con el alumnado, con la que se obtiene información más real que a través de una prueba externa puntual, que no puede reflejar la continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje. Una gran mayoría no cree conveniente la aplicación de una prueba externa como esta a una edad tan temprana, y sostiene que es poco fiable la información ya que es una prueba estandarizada que no tiene en cuanta las características de cada centro y, por tanto, del entorno del alumnado.

El 83 % del profesorado encuestado no considera adecuada el tipo de prueba realizada en lo que se refiere a sus contenidos y a su metodología.
La mayoría considera que la metodología no es la adecuada a la edad del alumnado y que los contenidos que se evalúan son muy puntuales, definiéndola en muchos casos como desvinculada del proceso de enseñanza-aprendizaje y descontextualizada. La percepción de la gestión de la prueba es mala en general, denunciando en algunos casos errores, poco tiempo para la realización de la prueba, falta de adecuación de los contenidos, y ninguna adaptación para el alumnado con necesidades educativas específicas.

El 63 % no ha encontrado diferencias significativas con las pruebas de diagnóstico realizadas en cursos anteriores.
La mayoría considera que son muy similares en su metodología, en cuanto a que son pruebas muy puntuales, alejadas del proceso de evaluación continua.

El 88 % no considera de utilidad para el proceso de aprendizaje la información sobre los resultados de la evaluación enviada por la Consejería de Educación a los centros. La mayoría de los encuestados coinciden en afirmar que los resultados de dichas pruebas no les han aportado nada novedoso al conocimiento que, como docentes, tienen de cada alumno o alumna, a través de la evaluación continua. Al no proponer mejora alguna, el objetivo de dicha prueba es una incógnita para el profesorado.

El 73 % considera que la reválida cuestiona la labor del profesorado en los centros. La mayor parte de los encuestados considera que es innecesaria ya que el proceso de evaluación se lleva a cabo por el profesorado día a día. Por ello y porque no se proponen mejoras, se percibe que el principal objetivo de la prueba no es pedagógico, sino cuestionar y menospreciar el trabajo que se realiza en los centros educativos.

El 93 % considera que una evaluación estandarizada como la reválida no puede recoger adecuadamente el grado de competencia del alumnado independientemente de su contexto. La casi totalidad de los encuestados afirman que esta prueba no tiene en cuenta el perfil del alumnado de cada centro ni el contexto socioeconómico, con lo que la información que se extraiga no es fiable y no refleja la realidad de los centros educativos.

El 64 % considera insuficientes los recursos a disposición del aula para llevar a cabo dicha evaluación externa. El profesorado coincide en la carencia de recursos de los centros y que la falta de medios hace imposible algunos de los aspectos que pretende evaluar dicha reválida. Además, denuncian que competencias como las digitales son difícilmente evaluables ya que la mayoría de los centros no cuentan con medios informáticos o están muy obsoletos.

El profesorado encuestado ha valorado con una media de un 8,75 la eficacia de la evaluación continua frente al 2,69 que se le da a la reválida. La reválida no tiene en cuenta la evaluación continua del alumnado, cuyo objetivo es revisar y buscar soluciones a las carencias que puedan apreciarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Desde STE-CLM continuamos exigiendo la derogación de la LOMCE y de las reválidas, cuya aplicación en 6º de primaria en este curso supondrá un coste de cerca de un millón y medio de euros, mientras se consolidan los recortes en educación. Rechazamos tajantemente una prueba estandarizada, elaborada y aplicada por profesorado externo al centro, que a la larga provocará una segregación en el alumnado y una clasificación de los centros educativos.

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Escucha la entrevista a nuestra portavoz, Laura Torre, en la Ventana de la Cadena Ser sobre la reválida LOMCE.

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