La Consejería de Educación ha señalado en varias ocasiones la importancia de los estudios de Formación Profesional y lo necesario de su dignificación. Pero estas afirmaciones se quedan en papel mojado cuando en la práctica no llevan aparejadas una adecuada dotación de recursos. Pese a los innumerables recortes en educación, el profesorado de los centros públicos está haciendo un gran esfuerzo en reutilizar y optimizar los recursos existentes y en mantener, en la medida de lo posible, la calidad de estas enseñanzas.

El STE-CLM lleva tiempo alertando sobre las condiciones en las que se están viendo obligados a trabajar los profesores y profesoras de Formación Profesional en nuestra región. En varias de las últimas mesas sectoriales, el STE-CLM ha comunicado a la Administración que la FP y su profesorado han de lidiar diariamente con la escasez de equipamiento y formación para impartir nuevos módulos profesionales y con el aumento de la inseguridad por el excesivo número de alumnos que puede llegar a concentrarse en talleres con espacios insuficientes.

La respuesta de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes ante nuestras denuncias y reclamaciones, ha sido la de, inicialmente, negar esta situación y aludir a la “herencia recibida” después, minimizando la importancia de la falta de recursos y espacios para impartir la prácticas de los ciclos formativos cuando hemos ofrecido datos concretos y prometiendo una formación especifica que nunca acaba de llegar a los docentes de FP.

Ante esta situación, hemos querido conocer más a fondo la realidad de los centros en los que se imparten estas enseñanzas, con el objetivo adicional de aportar a la Administración datos de más cantidad y calidad respecto a la situación real de la FP. Para ello, iniciamos hace una semanas una encuesta entre profesorado de FP de Castilla-La Mancha. Los resultados de este sondeo reflejan cómo el gobierno regional descuida, incluso incumpliendo la normativa vigente, una parte del sistema educativo tan importante en estos momentos para el desarrollo de la sociedad.

Recursos.

Un 87% de los profesores encuestados señala que en su centro no se dispone de todo el equipamiento establecido por los currículos de los respectivos ciclos formativos. Estiman, como media, que cuentan con un 43,32% de lo que indican los decretos oficiales, aunque se trata mayoritariamente de equipamiento obsoleto (87%), no adecuado al entorno productivo en el que se moverán los alumnos cuando finalicen sus estudios. El porcentaje es también muy elevado cuando preguntamos por el material fungible imprescindible para poder desarrollar los contenidos prácticos de las distintas materias. Un 76,7% contesta que no cuenta con el material necesario.
En los últimos años se han implantado nuevos ciclos formativos basados en el diseño curricular de la Ley Orgánica de Educación (LOE). A ninguno de los centros educativos de las personas encuestadas ha llegado el equipamiento que esos currículos oficiales exigen. En algunos casos las enseñanzas implantadas han sustituido a otras similares, lo que ha permitido reaprovechar equipamiento y material fungible con el que ya se contaba pero, en otros casos, estos nuevos ciclos han implicado poner en marcha módulos nuevos, relacionados con tecnologías novedosas (domótica, teleasistencia, seguridad electrónica, etc.).

Espacios y seguridad.

Las superficies mínimas necesarias de las aulas y talleres de los ciclos formativos vienen fijadas por los respectivos currículos en función del número de alumnos del grupo. Si ya existían anteriormente, en los últimos dos cursos y debido al aumento en un 20% de los ratios alumnos/profesor, han aumentado significativamente los casos en que los espacios son mucho más reducidos que los que marcan los decretos oficiales.

Así lo confirman los resultados de la encuesta: un 37,7% responde que la mayoría de los espacios de las aulas y talleres son inferiores a los fijados en el currículo; un 44,2% contesta que algunos de estos espacios están por debajo de lo marcado por los respectivos decretos y, tan solo, un 14,3% señala que ninguno o casi ningún espacio es inferior a lo debido.

Una de las medidas posibles para minimizar los riesgos derivados de la concentración de un gran número de alumnos realizando tareas prácticas con maquinaria, equipos eléctricos, etc. en espacios reducidos, consiste en no agotar las posibilidades de matrícula de alumnado, ajustando ésta a los espacios de que se dispone. Sin embargo, un 75,3% de los encuestados indica que no se ha considerado esta posibilidad en sus respectivos centros educativos.

El aumento del riesgo para la seguridad y salud del alumnado y del propio profesorado que viene denunciando STE-CLM es compartido por un 81,8% de las personas encuestadas.

Formación del profesorado.

Otro aspecto especialmente deteriorado en la FP es la formación continua del profesorado. No puede decirse que la formación que pone a disposición de los docentes la Administración esté acorde con el continuo avance de las tecnologías, fenómeno muy ligado a este tipo de enseñanzas. Más bien al contrario, desde la creación del Centro Regional de Formación del Profesorado y el repentino cierre de los Centros de Profesores (CPR) y los Centros de Recursos y Asesoramiento a la Escuela Rural (CRAER) y, anteriormente, la desaparición de los cursos de verano para la formación permanente del profesorado no universitario, el apoyo a la capacitación en nuevas técnicas y tecnologías más allá de cursos generales sobre TIC brilla por su ausencia. Son, en muchos casos, los propios docentes quienes han de buscar y solicitar, viajando si es necesario por su propios medios, seminarios o cursos que imparten empresas relacionadas con su especialidad.

Un 88,3% de los encuestados reconoce que no ha recibido por parte de la Administración formación específica suficiente para actualizar sus conocimiento entorno a los ciclos formativos en los que imparte clase. Las personas consultadas nos han propuesto diferentes medidas para mejorar este aspecto básico de nuestro sistema educativo, como serían:

– Desarrollar y dar mayor publicidad al modelo de estancias de formación en empresas.
– Priorizar la formación presencial a la formación on-line, siendo impartida por profesionales que trabajen en los sectores de las respectivas familias profesionales
– Unificar la oferta formativa por parte del MEC o diferentes comunidades autónomas, sin gastos para el trabajador e impartida en el mes de julio o en horario laboral, preferiblemente en junio o septiembre.
– Crear grupos de trabajo conformados por representantes de los departamentos de las distintas familias profesionales de los centros de FP de Castilla-La Mancha que estudien y consensúen las necesidades formativas en la región, entablando contactos con empresas de formación, fabricantes y distribuidores de material didáctico y/o industrial con el fin de facilitar la firma de convenios de colaboración con estos, conformando así mismo una oferta de cursos por familias profesionales en base a estas necesidades reales estudiadas.

Sobre esta encuesta.

Esta encuesta se distribuyó el 2 de junio a todos los centros de FP de la región. La misma ha sido contestada por 105 profesores de todas las provincias de Castilla-La Mancha y de las siguientes familias profesionales: Electricidad y Electrónica, Informática y Comunicaciones, Sanidad, Agraria, Transporte y Mantenimiento de Vehículos, Servicios Socioculturales y a la Comunidad, Hostelería y Turismo, Instalación y Mantenimiento, Administración y Gestión, Energía y Agua.

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