LA ADMINISTRACIÓN ATENTA CONTRA LA CONCILIACIÓN DE LA VIDA FAMILIAR Y LABORAL DE LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS.

La Administración regional a pesar de decir defender a la familia, muestra todo lo contrario con sus actos, y sus trabajadores y trabajadoras sufrimos cada vez más la imposibilidad de conciliar el trabajo con la familia.

No se han contentado con el despido de miles de empleados públicos en nuestra región, con la supresión del complemento por Incapacidad Temporal, y un largo etcétera de despropósitos, sino que el Gobierno regional carga una vez más contra los derechos laborales de los trabajadores de la Administración Pública, atentando contra la conciliación familiar y laboral de los mismos.

El nuevo anuncio que nos hacen es el de la reducción del permiso por paternidad de cuatro a dos semanas. Queremos recordar a la Administración que el cuidado de los hijos e hijas no es competencia exclusiva de las mujeres que dan a luz, sino que ambos progenitores han de tener la posibilidad de cuidar a sus hijos, y ha de ser la Administración la que garantice esta igualdad de derechos. Con este anuncio se están vulnerando derechos tanto de hombres, al no poder atender a sus hijos, como de las mujeres a las que se “obliga” a llevar esta responsabilidad en solitario.

Estamos ante la vuelta atrás de la mayoría de nuestros derechos, una vuelta atrás ideológica que pretende que la sociedad adquiera roles superados.

A esto, hay que añadir que en las comisiones de servicio por conciliación de la vida familiar y laboral, muchos trabajadores no pudieron acogerse a ellas, a pesar de cumplir los estrictos requisitos que la Administración establece, por falta de plazas debido a los drásticos recortes, lo que hace que la situación sea dramática, suponiendo la separación física del trabajador de su familia.

Esta situación se agrava por la continua amortización o suspensión de puestos de trabajo, lo cual hace imposible el acercamiento de los trabajadores al lugar donde tienen su residencia, impidiendo la movilidad voluntaria e imponiendose traslados forzosos.

En lugar de avanzar hacia políticas igualitarias, vemos como retrocedemos hasta colocarnos a la cola de Europa en esa materia. Un permiso desigual y más largo para las mujeres fomenta directamente los roles tradicionales. La madre se queda en casa cuidando del recién nacido y ocupándose de las labores del hogar, mientras que el padre debe salir a trabajar para conseguir los recursos económicos necesarios. Se fomenta también otra idea muy perjudicial para la igualdad en el ámbito laboral: el hombre es más productivo para una empresa ya que, en el caso de ser padre, no va a ausentarse de su puesto de trabajo durante mucho tiempo. Las empresas tienen más recelo a la hora de contratar a una mujer por la posibilidad de un embarazo, y la baja por maternidad que conlleva.

Una forma muy eficaz de paliar la discriminación laboral de la mujer, sería un permiso de paternidad obligatorio y de igual duración que el de maternidad, pero vemos como nuestro Gobierno sigue el camino contrario.

I-CLM considera una actitud hipócrita la del gobierno del PP que mientras predica defender a la familia y nos encontramos con que sus políticas están llevando a miles de trabajadores y trabajadoras a la separación de sus las mismas.

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