STE-CLM exige tanto al actual gobierno en funciones como al futuro gobierno de nuestra comunidad la paralización inmediata de la aplicación de la LOMCE para el próximo curso escolar.

A escasas dos semanas de que finalice el curso escolar, aún se desconoce cuál será el currículo de ESO y Bachillerato y la distribución horaria de las diferentes materias para el curso 2015-16. Los equipos directivos de los centros han de solicitar el cupo de profesorado antes de que finalice este mes, pero es imposible hacerlo si desconocen qué desarrollo va a tener la nueva ley educativa.

La matrícula del alumnado comienza el 1 de julio. Para esta fecha tienen que estar disponibles los impresos con las materias troncales y optativas para cada nivel educativo, imposible de realizar si no se cuenta con la información necesaria.

Otro tanto ocurre con la elección de libros de texto. A pesar de que las editoriales parecían tener más información que los claustros y se ofrecían a informar sobre los nuevos currículos, todo está en el aire.

STE-CLM exigió, tanto en mesa sectorial como en el Consejo Escolar Regional, la paralización de la LOMCE antes de que se celebrasen las elecciones, al considerar que:

  • La inmensa mayoría de la comunidad educativa rechaza esta ley, que fue aprobada en las Cortes con los votos de un sólo partido político.
  • Los partidos políticos de la oposición en el Congreso de los diputados firmaron, cuando se aprobó esta ley, un documento en el que se comprometían a derogarla en cuanto cambiara la mayoría parlamentaria.
  • Diferentes comunidades autónomas (Andalucía, Asturias, Canarias, Cataluña y el País Vasco), han pedido que se paralice su aplicación en Ed. Secundaria y Bachillerato.
  • Numerosos artículos de la LOMCE están recurridos ante el Tribunal Constitucional.
  • La implantación de la Educación Secundaria Obligatoria y del Bachillerato que marca la LOMCE supone cambios estructurales en el sistema educativo que deben entrar en vigor el próximo curso, como son el nuevo currículo de las asignaturas, asignaturas diferentes, nuevos horarios, desaparición de los Programas de Diversificación Curricular…, lo que supone que se invalidan todos los libros de texto actuales. Estas medidas afectan al alumnado, debiendo adquirir sus padres y madres nuevos libros de texto.
  • El profesorado, que ha sufrido una reestructuración brutal en los últimos años, con el aumento de su horario lectivo y aumento del alumnado al que debe dar clase y tutorizar, verá como para el próximo curso se modifican las plantillas de los centros (que actualmente se están rediseñando para dar cabida a las novedades de la LOMCE) lo que supondrá otra reestructuración, con supresiones y nuevos desplazamientos, teniendo también que programar sus materias en función de los nuevos currículos.
  • El currículo está sin publicar, por lo tanto, no se pueden ir preparando las programaciones para iniciar el curso. Además, los materiales curriculares no están editados y, por tanto, el profesorado no los puede seleccionar para el próximo curso.
  • Para garantizar el adecuado funcionamiento de la actividad docente lo coherente es una implantación escalonada de cualquier modificación del sistema educativo, completar primero la Primaria y luego la Secundaria…
  • Todo lo anterior empezará a desarrollarse tres meses antes de que se realicen las elecciones generales, de resultado incierto, pues estamos viviendo momentos de cambio, de gran efervescencia política, en los que parece que lo que está más claro es que el partido del gobierno no revalidará su mayoría parlamentaria, no podrá formar nuevo gobierno a final de este año, y la nueva mayoría procederá a la derogación de la LOMCE, en cumplimiento del compromiso adquirido con la comunidad educativa.

Pasadas las elecciones autonómicas y observando que se augura un cambio en el gobierno regional, exigimos la paralización inmediata de esta ley en nuestra comunidad. Dado que aún no se ha publicado el Decreto de ESO y Bachillerato, el Gobierno en funciones, al igual que está haciendo con otros asuntos, no debe publicar leyes contrarias a la voluntad de la mayoría de la Comunidad Educativa como quedó patente en la votación del Consejo Escolar. Si lo hiciese, pedimos al gobierno entrante que una de sus primeras medidas sea la paralización inmediata de la aplicación de la LOMCE.

Sería una falta de responsabilidad política y una muestra de espíritu antidemocrático que en las últimas horas de gobierno de Partido Popular se nos imponga una ley que la mayoría rechazamos. Siendo además una ley a la que, observando el panorama político actual, auguramos pocos meses de vida. Por dignidad y respeto hacia las familias, al alumnado y al profesorado todo desarrollo normativo de esta ley debe paralizarse.

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